Un
viaje que cruza media Península y que discurre en su mayor parte a
la vera de los ríos.
Por
ello, vamos a rememorar el recorrido de la mano de los cursos
fluviales junto a los que discurre la vía del tren.
Comienza
el viaje en la estación de Valladolid, para discurrir junto al río
Pisuerga hasta Venta de Baños, donde la vía se dirige hacia
Palencia siguiendo el curso del río Carrión.
Vuelve
el tren sobre sus pasos y toma dirección oeste, para caminar desde
Torquemada a lo largo del Arlanzón hasta llegar a Burgos, bajo la
atenta mirada de los peregrinos en su camino a Santiago.
Desde
Burgos, el tren toma dirección nordeste, siguiendo el curso del río
Oca, para arribar a Miranda de Ebro.
Ya
antes de Pancorbo, el río Oroncillo facilita el paso por el
desfiladero para alcanzar la cuenca del río Ebro.
Desde
Miranda de Ebro hasta Tarragona, no abandona la vía la compañía
del Ebro, pasando por Cenicero, Logroño, Calahorra, Tudela,
Zaragoza, Lérida, para llegar a vislumbrar el mar junto a Tarragona.
Desde
este punto, el tren discurre por el Penedés y atraviesa las cuencas
de los ríos Foix y Anoia, para bajar junto al Llobregat y arribar a
Barcelona.
Un
mosaico de paisajes en una jornada de viaje de siete horas.
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