Pero los puentes son y han sido mucho mas que eso, han servido de nexo de unión entre realidades que los accidentes geográficos se han empeñado en separar.
Son y han sido esfuerzos humanos para salvar diferencias, y se constituyen en elementos básicos en el diseño y organización de redes de comunicación, sirviendo de vínculo entre distintos espacios y proporcionando motivos de asentamiento para distintos núcleos de población.
Los puentes se configuran como puntos de sutura que unen realidades que los accidentes geográficos separan.
El Duero ha sido suturado en numerosos puntos con el fin de unir sus orillas, y aquí traemos un par de estas suturas.
Una antigua, que sirvió para que el tren vertebrase el valle del Duero desde Valladolid hasta Ariza, y que cayó en desuso a finales del siglo XX. En su trayecto a lo lardo del valle, esta línea férrea hubo de cruzar el río en numerosas ocasiones, muchas de ellas con puentes de hierro en forma de rejilla como el que encontramos en Tudela de Duero.
Y otra moderna, que pretende ser una sutura con futuro, en la Senda del Duero, en Quintanilla de Arriba, para uso y disfrute de senderistas.
