Una mañana primaveral se comportó como tal y nos proporcionó un variado escenario a la hora de realizar el descenso entre Peñafiel y Pesquera de Duero.
La sensación de palear bajo la lluvia es especial, el aislamiento, el sonido de las gotas repiqueteando en el río y en la embarcación provocan una sensación de paz inexplicable.
Afortunados los que pudimos disfrutar del espectáculo de la naturaleza y de las vistas de Pesquera desde el río.
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