viernes, 27 de enero de 2012

Niebla

Este invierno nos está obsequiando con un prolongado periodo anticiclónico que propicia la formación de nieblas persistentes en el centro de la meseta castellana.
Durante el mes de enero la niebla ha estado presente durante más de veinte días, en algunas zonas de forma continua, sin que el sol llegase a verse durante varios días. En otras, la niebla desaparece al mediodia, y las temperaturas se suavizan de forma sensible.


miércoles, 11 de enero de 2012

Cencellada

La cencellada blanca o cinarra es un hidrometeoro consistente en la formación de plumas y agujas de hielo blanco, causado por la congelación de gotas de agua subfundidas de la niebla helada cuando se adhieren a las superficies de los objetos.
Se produce cuando existe niebla o bruma en el aire cuando la temperatura de este es menor de 0 °C,es decir, cuando el punto de rocío está por debajo del de congelación. Existen, entonces, en el seno de la niebla y de las nubes, muchas gotitas en estado de sobrefusión, cuando normalmente debieran haberse ya congelado. Ese estado anormal cesa cuando las gotitas entran en contacto con alguna superficie sólida (el suelo, las hojas de las plantas, los tejados, etc.), sobre la cual se congelan entonces rápidamente en forma de cristales muy pequeños y brillantes, separados por inclusiones de aire.
Las condiciones meteorológicas para la formación de la cencellada no son habituales, se necesitan temperaturas muy bajas, altas humedades y ausencia de viento que permita a las gotitas de agua depositarse alrededor de toda la superficie de los objetos expuestos a la misma.
En la zona central de la meseta castellana estas condiciones suelen aparecer durante los largos periodos en los que los anticiclones predominan, favoreciendo el enfriamiento y la estabilidad.
Este periodo ha estado presente en Valladolid desde principios de año, permitiendo tomar estas imágenes esta misma mañana. Esta situación se da con frecuencia en nuestra ciudad cuando se suceden los días en los que la niebla no despeja y perdura durante periodos que pueden llegar a superar los diez días.